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Los hebreos nos saludamos con SHALOM, que significa paz, el mismo significado tiene la palabra SALAM, mientras que la expresión “paz y bien” ni siquiera hay que traducirla. Para todos es importantísimo vivir en paz, mientras que para nosotros que hemos vivido una guerra tan atroz, la paz tiene un significado aún más impactante.

Sin duda debemos ser aún más conscientes del verdadero significado de la tolerancia, del respeto mutuo, y del respeto hacia los vecinos. Obviamente, los vecinos de casa, que pueden y tienen derecho de ser distintos de nosotros, no merecen un respeto menor. Al contrario, les debemos respetar y amar en su diversidad.

El mundo de hoy se encuentra en una gran encrucijada. Un camino puede llevar a la destrucción común. Esta es la consecuencia del hecho que estamos todos en el mismo barco, y los que hacen agujeros en el barco deben saber que el naufragio es para todos, y que no tienen ninguna posibilidad de salvarse. Ante la irradiación atómica, ante los terremotos o los tsunamis, no cuentan para nada la diversidad de la fe y la visión del mundo, y aún menos el color de la piel. Simplemente, lo destruyen todo.

Otro camino es el de la comprensión, el camino del respeto de quien es diferente, y en este camino encontraremos todos nuestros libros sagrados. No existe ningún libro sagrado que proclame la destrucción del otro o de quien es diferente, aunque no coincidan en la creencia en el único Dios. Si todos fuimos creados a imagen de Dios, y si nos crearon distintos para poder concurrir al bien, en este caso el mensaje es claro.

Nosotros vivimos en este precioso trozo de mundo que se llama Bosnia y Hercegovina. Se nos ha concedido vivir en este lugar en paz, poder respetarnos unos a otros, y poder rezar y luchar juntos para que el mundo sea mejor para todos. Bosnia y Hercegovina, hoy, es un país pobre, pero oculta muchas riquezas. Os invito a todos a trabajar hoy juntos para que estas riquezas se conviertan en nuestra realidad y propiedad de todos los ciudadanos de esta hermosa, pero sufriente, tierra.

Trabajando juntos para el bienestar de todos y de cada persona por separado, aquí confirmamos las palabras de Asís, y no puedo más que Paz y bien, salam, shalom.