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Carlos Castillo Mattasoglio

Archevêque catholique, Pérou
 biographie

 1) América Latina pasó desde una dependencia colonial hasta los años 70, a un proceso de modernización desde los 90, por medio de su inserción en el progreso global, desarrollando en 30 años, junto a gran parte de las sociedades del mundo, un crecimiento económico en que adquiere los logros modernos, la acentuación de la libertad individual y empresarial, y la participación subordinada en sus nuevos riesgos.  Sin embargo, superar en 30 años el peso de la herencia colonial a través solo del crecimiento no fue suficiente.

 
2) Esta participación subordinada implica 
 
a) que por un lado exista un sector medio que se beneficia frágilmente del flujo de capitales invertidos y de sus productos, obteniendo recursos que diseñan las sociedades predominantemente urbanas de AL, mejor representada con la figura de un rombo que con la de una pirámide.
 
b) pero que por otro lado existan en la sociedad aspiraciones a la democracia, no solo política, sino social y cultural, es decir aspiraciones a la felicidad que no solo se expresan en la búsqueda del tener sino del ser, y que mucho de la herencia colonial mantiene en costumbres muy enraizadas, algunas muy positivas y otras bastante negativas. 
 
3) En efecto es preciso reconocer que el sistema de vida acelerado en gran parte por el apuro financiero de ganar ha puesto a todas las sociedades latinoamericanas en un proceso acelerado de adaptación al sistema global, que hace circular el dinero que se reparte entre el grueso de población media de las urbes, logrando éxito en la cadena productiva, agilizándolas y dinamizándolas. A la vez, ese bienestar no esta consolidado, las hace frágiles y vulnerables, sin protección, no solo por su inestabilidad sino porque hay asuntos que no se han resuelto debido al “cronos” que no atiende los aspectos sutiles que son de gran importancia.
 
Este proceso de modernización ha sido es poco compartido y dialogado, se presenta dirigido desde arriba, desde los que saben, y cuenta con una aceptación fatal, casi obligada, con poca participación, palabra y consenso de los actores mas subordinados de la sociedad. 
 
4) Un ejemplo, cuando esto se dan decisiones en sociedades donde existen grandes yacimientos mineros que permiten el desarrollo económico de las matrices productivas de USA, Europa, Rusia o China, se suele arremeter sin “consulta previa” ni participación, a cambio de un deterioro  de su ecología. Constantemente surgen reacciones que tienen que ver con la ampliación de la democracia concreta de la vida social y económica diaria. 
 
5) Por ello el punto mas importante es que habiendo alcanzado una básica democracia estatal formal (sistema democrático), todavía tenemos una vida social poco democrática con grandes desigualdades e injusticias, discriminaciones y ruptura, fragmentación y crisis del vinculo social, concepciones culturales prejuciales. Tenemos países con un nivel muy bajo de experiencias compartidas, relaciones unitarias formales institucionalizadas, poca capacidad de comprender y reconocer el valor del otro, de los otros, de las otras, de lo otro.
 
3) No debemos  ver como opuestos la democracia estatal y la sociedad desigual, mas bien, el que haya una democracia parcial en la limitada legalidad del estado abre la oportunidad a su búsqueda de ampliación y ensanchamiento conforme avanza la compleja vida social y se generan reacciones desde el pueblo que se reorganiza para dotarse de relaciones mejores.
 
4) Hoy AL forma parte de un mundo que ha asumiendo la democracia como su mayor espíritu de época, y su horizonte cultural. Compartir este horizonte común no es suficiente, pero abre caminos a considerar una cultura que tiene en el acuerdo y el diálogo una esperanza de diversidad de soluciones en las que los pueblos deciden sus destinos desde las cosas mas nimias hasta las mas amplias y trascendentales. Problemas históricos de racismo, machismo, dominio, maltrato, desprecio, pueden superarse desde el aprecio de base que crecer desde abajo, donde mas fácilmente pueden romperse  los  muros y tenderse los puentes. 
 
5) La mayor esperanza pues resulta de ser un espíritu democrático de base, que supera los dos siglos de la democracia de la preguerra que admitía el colonialismo en su comprensión y que mas bien comprende lo democrático como signo de diálogo y acuerdo que amplía el espacio para logros mejores de felicidad y sentido.
 
6) La historia larga y de conjunto de la democracia en su devenir planetario avanza, a su manera, cargada de contradicciones y vaivenes, pero que no va en una mala dirección. Es el proyecto común más valioso con el que contamos como humanidad, justo cuando faltan referentes que nos unan, en medio de más y más demandas particulares y distintas de reconocimiento. 
 
7) Por eso es preciso repensar el tipo de democracia que se va perfilando desde la base de la sociedad en América Latina de hoy, para hacer cada vez mejor, y mas humana nuestra vida en sociedad dentro de marcos pluralistas que nos resultan indispensables. 
 
8) Quizás los dos obstáculos mas grandes a esa búsqueda de ampliación o anchura social, cultural y política de la democracia sean  
 
a)los nuevos autoritarismos dogmáticos que no soportan la diversidad ni el sentido critico y que hoy reaccionan a la democratización múltiple con temor y sin educación pública, para enfrentarla, y 
 
b) el terrible  obstáculo de la indiferencia y la frivolidad sólo ante lo político sino ante lo social que distorsionan los sentidos mas profundos y banalizan las cuestiones humanas de fondo.
 
Ambos se basan en formas superficiales y frívolas de pensar, mecánicas o espasmódicas, pero siempre superficiales. Las luchas humanas por democracia hoy aspiran a algo mas hondo, mas sutil, donde lo religioso profundo también despunta.
 
9) Ese es el nudo de fondo a desatar en América Latina para que subjetividades sociales y políticas se re-encuentren y se rompa con el curso incierto y lleno de implícitos oscuros que la amenazan en los últimos años de estas tres décadas, desde los 90. También en esto estamos con toda la humanidad, buscando encontrar una manera de apreciarnos mutuamente para restablecer el vinculo social y humano
 
10) Seguir las formas nuevas de democracia estructural y democratización social, como dos caras de un mismo proceso global, permite situarse mejor en la marcha del mundo hoy, con sus mejores y peores posibilidades. Como lo que ocurre en los espacios globales pesa tanto en nuestra cotidianeidad, nos vemos obligados a releer nuestras tres últimas décadas de manera mas profunda, en relación directa con el curso de la democracia mundial.
 
11) Las rutas hacia la democracia en nuestros diferentes países de AL muestran procesos de ampliación enraizados en historia de búsqueda de descolonización y aprendizaje de formas de libertad cada vez mayores y mejores. Son siglos que se concentran en décadas antiautoritarias, antirracistas, antiexclusivistas, antidictatoriales, no solo formalmente democráticas.
 
12) La iglesia de América Latina y el ensanchamiento de la democracia. 
 
Juan Pablo II decía que la iglesia aprecia el sistema democratico …”Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la «subjetividad» de la sociedad mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad”
 
Un estilo de iglesia que evangelice en salida a las periferias, propiciada por los últimos Papas, pero sobre todo por Francisco, y ayude al pueblo fiel a discernir y pensar razonando sabiamente, ayudará indirectamente a profundizar y ensanchar la democracia y a darle sentido y creatividad para que no caiga en la tentación del autoritarismo.
 
Una iglesia autorreferencial que persiste en la educación rigida y homologadora (“para la guerra”), que no razona ni critica ni sabiamente, sino en forma espasmódica, primaria, reactiva, que simplemente enseña a repetir como loros las verdades de la fe para defenderse de este “mundo malo”, y vive al margen del amor comprensivo de Dios, de la práctica del dialogo y de la justicia, no contribuye al ensanchamiento democrático ni al camino del desarrollo que hoy es ecológico integral, y que requiere el concurso participativo y solidario de todos.
 
13) El próximo sínodo amazónico es un ejemplo claro de la necesidad urgente de dialogar sobre uno de nuestros grandes desafíos. Como Iglesia hemos de llegar a acuerdos que decidan como ha de ser nuestra Iglesia católica en un mundo completamente distinto al resto del mundo. La sinodalidad no es democracia, pero es ejemplo para aprender a actuar juntos. Los creyentes unidos en el Espíritu de Dios, ofrecen sus modos de conversar como una inspiración para un procedimiento en el mundo por consenso y no por imposición autoritaria, como hoy sucede en el mundo técnico de los supersabios.
 
Detrás del maltrato de la Amazonia se encuentra la ambición autoritaria y el apuro espasmódico, visceral, de un capital que la entiende sólo como un recurso económico a conquistar y como un gran negocio para expandir sus ganancias a costa de la tragedia ecológica y humana de la producción depredadora que calienta globalmente todo el sistema de vida. 
 
El Sinodo Amazonico sera una pequeña muestra de como a través de la escucha de los relatos y experiencias de los actores pobres, de los pueblos originarios, de la propia naturaleza, podemos intentar resolver el problema de la renovacion de la Iglesia para vivir en y ayudar a vivir a un mundo humano comunitario y sabio, flotante y bello, pero riesgoso y fragil, y asi invitar al resto del mundo a una economia regeneradora y no destructora de las personas y pueblos originarios, y de nuestros recursos y reservas mas vitales, como el aire, el agua, la vida, las especies, la belleza, y los otros y otras.